En este piso antiguo había dos objetivos: hacerlo funcional, porque su complicada distribución entorpecía las necesidades del día a día y chocaba con la comodidad, y renovar su carácter por completo. Para conseguirlo se cambió radicalmente la distribución arrojándole luz a raudales y modernizándolo a base de nuevos materiales, que dieron buena cuenta de su calidad y belleza en el nuevo mobiliario creado a medida: desde la carpintería hasta algunos complementos. Baños, cocina o vestidor fueron reinterpretados, así como la iluminación de toda la vivienda.